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Preparación de la tierra
El cultivo del Tomate Rosa exige una preparación del terreno ya que en él va a estar desde finales de abril o comienzos de mayo hasta que los primeros fríos marquen el fin de la temporada.
La tierra tiene una rotación de cultivos que favorece a nuestros tomates ya que no es necesario aportar abonados químicos. En primer lugar, se airean las tierras todo el tiempo posible para un correcto oxigenado favoreciendo posteriormente el aporte de materia orgánica.
Antiguamente estos trabajos se hacían tirados con fuerza animal ahora, gracias a los avances tecnológicos, disponemos de máquinas autopropulsadas las cuales podéis ver en fotos y vídeos.
Una vez tenemos la tierra y la materia orgánica homogéneamente mezclada y desmenuzada procedemos a la colocación de una capa protectora (plástico) para luego plantar. Este plástico protege el suelo de la evaporación y aparición de malas hierbas para el Tomate Rosa.
El riego se realiza por goteo para mayor aprovechamiento y comodidad del agua, un pequeño programador controla eficazmente el riego dependiendo de las necesidades hídricas del cultivo.
El entutorado antiguamente era de cañas unidas unas con otras formando un aspecto de tiendas de campaña. En la actualidad hemos aplicado los conocimientos adquiridos en invernadero para sacarlos al exterior, revolucionando así lo tradicional en beneficio del Tomate Rosa.
Plantación
Para el plantado utilizamos otro invento moderno en beneficio de nuestra salud: las semillas germinadas en bandejas de porex que son procedentes del vivero que nosotros seleccionamos.
Una vez plantados los tomates, los trabajos posteriores son manuales: podado, escardado, atado en cuerdas, etc.
Las huertas
Disponemos de dos huertas, ya que respetamos la tradición familiar de ambos, que forman parte del patrimonio cultural arraigado en nuestra localidad. Todos ello avala nuestra calidad en cada uno de nuestros productos como delicatesen.